En general, los muebles tienen una vida útil de unos pocos años. Los más duraderos, de unas pocas décadas. Después de su uso, los tiramos en el punto limpio, nos olvidamos de ellos, y vamos corriendo a redecorar la casa en la tienda más cercana. Teniendo en cuenta que compraremos muebles nuevos cada cierto número de años, ¿no sería aconsejable adquirir aquellos que sean biodegradables?
Cientos de miles de personas al año compran y tiran muebles hechos con materiales muy poco respetuosos con el medio ambiente, materiales que no se podrán degradar en siglos. Como alternativa, podemos comprar muebles biodegradables como los que nos plantea Alki, una compañía francesa que hace poco lanzó al mercado una nueva silla biodegradable hecha a base de almidón de maíz, remolacha y caña de azúcar.
Su forma semi-cóncava convierte a la llamada por sus creadores "Kuskoa Bi" en una silla sumamente cómoda y de un extraordinario atractivo. Aunque parezca estar hecha en plástico, los materiales 100% renovables de los que antes hablamos le dan este aspecto por la creación de bioplástico. Este último es totalmente reciclable y biodegradable. Además, al contrario que ocurre con el plástico tradicional, no precisa de combustibles fósiles para su producción. Todo ello la hace, según sus creadores, ser la primera silla completamente biodegradable del mundo. Por otra parte, hay que señalar que la vida útil de esta silla se estima en unos 30 años, bastante más que las sillas al uso de su misma gama.
Otro ejemplo de muebles biodegradables lo tenemos en los diseños de José Antonio Giménez y Ana Yago, de la empresa Sanserif Creatius, que fueron presentados en el Círculos de Bellas Artes de Madrid hace unos años. Con la intención de crear un mobiliario socialmente responsable, estos diseñadores crearon sillas, mesas y estanterías de cartón 100% biodegradable. Según Giménez y Yago, los muebles de nuestros hogares no pueden quedarse anclados en el siglo XX, ya que deben evolucionar al mismo ritmo al que lo ha hecho la sociedad, y adaptarse a su forma de vida, su espacio y sus problemas. Los hogares actuales precisan, según los de Sanserif Creatius, de otro modo de entender los espacios, una forma distinta a la de nuestros padres y abuelos. Por ello necesitan muebles "versátiles, adaptables y multifuncionales".
Estos muebles de cartón están diseñados con formas muy llamativas, como por ejemplo la silla con pelitos en forma de "b" que podemos observar en la fotografía. También han creado un diseño en el que la silla en forma de "b" viene acompañada de un reposapiés con forma de "o". Además, hay que señalar que la textura de este mobiliario ya es, de por sí, lo suficientemente interesante como para atraer la atención.
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