Tabletas, smartphones, iPod's, cámaras fotográficas, ordenadores portátiles, sistemas de GPS… Hoy en día nos pasamos la vida conectados. Pero... ¿qué ocurre cuando vamos de excursión y la batería de nuestros dispositivos se agota muy lejos del enchufe más cercano? Muy sencillo: utilizaremos la mochila solar.
La mochila solar aporta gran independencia al usuario, ya que le permite recorrer grandes distancias sin necesidad de estar constantemente atento a la batería de sus dispositivos, que estarán siempre a punto. Y justo cuando más falta nos hacen, pues generalmente durante los pequeños viajes de exploración rural la comunicación con personas o pueblos cercanos se hace indispensable en caso de emergencia o rescate en zonas de difícil acceso.
Este tipo de mochilas posee unos pequeños paneles solares en su exterior que permiten, junto con las baterías de litio integradas, cargar cualquiera de nuestros dispositivos cuando la batería no aguante lo suficiente. Estos paneles son completamente impermeables y muy resistentes, y su batería puede guardar la potencia generada para utilizarla solo en el momento en el que el usuario realmente la necesite.
Respecto al tiempo necesario de exposición directa a la luz solar para cargar completamente un dispositivo como por ejemplo un teléfono móvil, ronda en torno a las 4 ó 5 horas. No obstante, cuando estamos en interiores, también podemos cargar nuestra mochila solar mediante USB o a través de la toma de corriente del coche. La mochila incluye de serie numerosos adaptadores estándar para los diferentes dispositivos (cámaras, móviles, reproductores MP3, portátiles...).
Según el modelo de mochila solar (aunque también existen bolsos y riñoneras), estará capacitada para cargar teléfonos móviles y pequeños reproductores de MP3, cámaras fotográficas u ordenadores portátiles. Pero, en general, como mínimo estos artilugios están capacitados para llenar la batería de un móvil al uso.
La mochila solar suele ser muy acolchada para poder ser útil en diferentes situaciones. Puede ser de gran ayuda desde como bolso diario para ir al trabajo (posee generalmente un bolsillo especial para llevar el ordenador portátil) hasta para las excursiones más aventureras por las zonas rurales, donde la batería de la mochila se cargará aunque el día esté nublado. No debemos olvidar que esta mochila posee múltiples y muy diversos tipos de bolsillos, lo que la hace realmente versátil. Además, la comodidad de este accesorio está asegurada gracias a su diseño ergonómico que permite el flujo del aire. Hay que añadir que la mayoría de los modelos de la mochila solar están fabricados a base de materiales ecológicos, como el PET reciclado (que se obtiene de las botellas de plástico convencionales). Con esta filosofía, no solo se crea en la sociedad una demanda creciente de materiales reciclados y de calidad, sino que también se usa una menor cantidad de energía en su fabricación.
En caso de que la excursión sea en bicicleta o en moto, no habrá problema para transportar la mochila, ya que posee mecanismos con los que adaptarla fácilmente a estos medios de transporte. También se puede adaptar a una mochila de mayor tamaño (como por ejemplo mochilas de acampada) para poder aprovechar al máximo la luz solar.
Útil, práctica y realmente cómoda. La mochila solar llega para apaciguar el reclamo creciente de batería en nuestros dispositivos portátiles.
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