Ya podemos disponer y rellenar con nuevos productos de algodón ecológico nuestro neceser, ya no hay excusa para no contribuir a mantener un Medio Ambiente más limpio y sostenible desde nuestro aseo diario. Multitud de establecimientos han sacado artículos cuyo principal ingrediente es el algodón ecológico. Un algodón que no contiene pesticidas, ni fertilizantes químicos, y que ha sido cultivado bajo los principios de la agricultura ecológica.
Un ejemplo son los bastoncitos de algodón, esos que se usan para limpiar los oídos o para otras actividades, y que en cada extremo del palito llevan una mínima porción de algodón. Aunque te parezca insignificante, no te imaginas la cantidad de cajas de ese tipo que se venden en todo el mundo; y por lo tanto, lo que en un principio parece una tontería, deja de serlo a nivel global. Certificadas por un organismo competente en la materia, e inclusive con algodón procedente de comercio justo, son una forma de comprometerse con un futuro mejor.
Además, podemos encontrar tiritas a base de algodón ecológico, incluso infantiles con dibujos, para que los más pequeños de la casa puedan lucirlas a gusto. Para muchos será otra tontería más, pero como he repetido anteriormente, no os podéis hacer a la idea de las tiritas que parecen tiradas por cualquier parte en el planeta, y por supuesto, de las que se usan.
La higiene íntima tampoco se podía quedar atrás, así que las mujeres deberíamos replantearnos el uso detampones, compresas o salvaslips a partir del algodón “tradicional”, ese que está blanqueado con cloro y que contiene depositados los productos químicos.
Lo mismo ocurre con los discos desmaquilladores que las féminas utilizamos al desmaquillarnos diariamente. Los discos desmaquilladores de algodón ecológico son otra opción más sostenible, que tendríamos posibilidad de introducir en nuestros hábitos de limpieza.
En el baño, es posible utilizar las esponjas naturales a partir de celulosa o manoplas de ducha de algodón ecológico, aunque hay que tener cuidado siempre de aclararlas bien y dejarlas secar en su totalidad. Con las esponjas de luffa utilizadas para la exfoliación, ocurre algo peor, son portadoras de un gran tipo de bacterias al no secarse nunca correctamente, según aparece en Huffington Post.
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