Nueve de cada diez desastres naturales están relacionado con el cambio climático, según los datos presentados hoy por la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres.
"Hemos atravesado el año más caluroso jamás registrado. Unas 98,6 millones de personas se vieron afectadas por desastres en 2015 y el clima, ayudado por un fuerte fenómeno de El Niño, fue un factor en el 92 por ciento de casos", dijo el director de ese organismo de Naciones Unidas, Robert Glasser.
El impacto más evidente se observó en las 32 sequías importantes registradas el año pasado, más del doble con respecto a la media anual de 15 en el decenio anterior.
Las sequías afectaron a 50,5 millones de personas, especialmente en África.
"Las sequías empeorarán en 2016. Este año vamos a enfrentar un desastre humanitario por esta razón, con éxodos de población y migraciones", pronosticó la directora del Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres, Debarati Guha-Sapir, en una rueda de prensa.
Los datos expuestos hoy revelan también que el impacto de los desastres no siempre está determinado por el tamaño o la demografía de los países.
Lo evidencia el hecho de que Guatemala se encuentre en el quinto lugar entre los diez países con más muertos reportados a causa de desastres naturales, con 627 personas que perecieron en deslizamientos de tierra.
Ese mismo país se encuentra en el noveno lugar por el número de afectados por ese desastre natural, un total de 2,8 millones de personas.
Guha-Sapir explicó que en Guatemala, como ocurre en el resto de Centroamérica, las poblaciones pobres viven en zonas inclinadas, "así que cuando caen fuertes lluvias hay estos desprendimientos de lodo".
La ubicación de barrios en esas áreas está desaconsejada desde el punto de vista de la planificación urbana, agregó la experta.
Por su parte, Chile fue el sexto país que más pérdidas económicas sufrió por desastres naturales -entre aluviones, inundaciones y un terremoto que estuvo acompañado de un tsunami-, que se elevaron a unos 3.100 millones de dólares, según cifras aportadas por la ONU.
Los terremotos, aunque no son los más frecuentes, sí son la amenaza natural más mortal, como el que tuvo lugar en Nepal, que causó 8.831 muertos.
"Esto muestra la importancia de garantizar el cumplimiento de los códigos de edificación. Los edificios son los que matan a la gente en las zonas sísmicas, como volvimos a ver el fin de semana en Taiwán", recalcó Glasser.
Por el número de damnificados, las inundaciones ocuparon el segundo lugar de importancia, con 27,5 millones de personas afectadas en 152 episodios en todo el mundo.
Las tormentas -intensificadas por los transtornos que sufre el clima debido al calentamiento del planeta- constituyeron el tercer tipo de desastres que más gente afectó: 10,5 millones de personas.
Las temperaturas extremas fueron otra categoría de desastre particularmente grave en 2015, sobre todo las olas de calor.
"Varios países de Europa se enfrentaron a límites de calor con números significativos de víctima mortales, sobre todo en Francia, mientras que la India y Pakistán experimentaron olas de calor que estuvieron entre las más graves de los últimos tiempos", explicó Guha-Sapir.
"La mortalidad por las olas de calor está muy subestimada", opinó la experta.
"Hemos atravesado el año más caluroso jamás registrado. Unas 98,6 millones de personas se vieron afectadas por desastres en 2015 y el clima, ayudado por un fuerte fenómeno de El Niño, fue un factor en el 92 por ciento de casos", dijo el director de ese organismo de Naciones Unidas, Robert Glasser.
El impacto más evidente se observó en las 32 sequías importantes registradas el año pasado, más del doble con respecto a la media anual de 15 en el decenio anterior.
Las sequías afectaron a 50,5 millones de personas, especialmente en África.
"Las sequías empeorarán en 2016. Este año vamos a enfrentar un desastre humanitario por esta razón, con éxodos de población y migraciones", pronosticó la directora del Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres, Debarati Guha-Sapir, en una rueda de prensa.
Los datos expuestos hoy revelan también que el impacto de los desastres no siempre está determinado por el tamaño o la demografía de los países.
Lo evidencia el hecho de que Guatemala se encuentre en el quinto lugar entre los diez países con más muertos reportados a causa de desastres naturales, con 627 personas que perecieron en deslizamientos de tierra.
Ese mismo país se encuentra en el noveno lugar por el número de afectados por ese desastre natural, un total de 2,8 millones de personas.
Guha-Sapir explicó que en Guatemala, como ocurre en el resto de Centroamérica, las poblaciones pobres viven en zonas inclinadas, "así que cuando caen fuertes lluvias hay estos desprendimientos de lodo".
La ubicación de barrios en esas áreas está desaconsejada desde el punto de vista de la planificación urbana, agregó la experta.
Por su parte, Chile fue el sexto país que más pérdidas económicas sufrió por desastres naturales -entre aluviones, inundaciones y un terremoto que estuvo acompañado de un tsunami-, que se elevaron a unos 3.100 millones de dólares, según cifras aportadas por la ONU.
Los terremotos, aunque no son los más frecuentes, sí son la amenaza natural más mortal, como el que tuvo lugar en Nepal, que causó 8.831 muertos.
"Esto muestra la importancia de garantizar el cumplimiento de los códigos de edificación. Los edificios son los que matan a la gente en las zonas sísmicas, como volvimos a ver el fin de semana en Taiwán", recalcó Glasser.
Por el número de damnificados, las inundaciones ocuparon el segundo lugar de importancia, con 27,5 millones de personas afectadas en 152 episodios en todo el mundo.
Las tormentas -intensificadas por los transtornos que sufre el clima debido al calentamiento del planeta- constituyeron el tercer tipo de desastres que más gente afectó: 10,5 millones de personas.
Las temperaturas extremas fueron otra categoría de desastre particularmente grave en 2015, sobre todo las olas de calor.
"Varios países de Europa se enfrentaron a límites de calor con números significativos de víctima mortales, sobre todo en Francia, mientras que la India y Pakistán experimentaron olas de calor que estuvieron entre las más graves de los últimos tiempos", explicó Guha-Sapir.
"La mortalidad por las olas de calor está muy subestimada", opinó la experta.
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