Los explosivos de uso común para aplicaciones militares e industriales generan gases tóxicos que pueden contaminar el medio ambiente después de la detonación. Para hacer frente a ese problema, los científicos alemanes comenzaron a explorar más opciones ambientalmente amigables. El uso de tetrazoles, una clase de materiales que derivan su energía a partir de nitrógeno en lugar de carbono, que creó dos bombas: HBT y G2ZT. Estas bombas son menos propensos a explotar accidentalmente de explosivos convencionales, y producen menos subproductos tóxicos.
0 comentarios:
Publicar un comentario