Tierreros inescrupulosos están ofreciendo suelos a las personas más vulnerables para construir en las áreas ambientales protegidas de la capital del país: una actividad que está totalmente prohibida.
La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) evidenció estas ocupaciones en el sector de la Esmeralda-Cuchilla del Gavilán del Parque de Montaña Entrenubes, ubicado en el sur de Bogotá, acciones que están generando graves daños y detrimento de las condiciones ambientales.
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“Es indignante lo que está pasando en Entrenubes. Los tierreros están ofreciendo protección y suelo dentro de las áreas protegidas que son patrimonio ambiental de todos los ciudadanos. Además, están poniendo en riesgo su vida mientras talan y queman los recursos naturales”, afirmó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
La Secretaría de Seguridad reportó la captura de nueve personas, a las que se les imputaron cargos por delitos ambientales. “Necesitamos abordar este reto. La solución a esta difícil coyuntura no puede ser un atentado contra los recursos naturales por parte de unos cuantos criminales”, precisó la funcionaria.
Pese a estas acciones, los criminales continuaron atentando contra este ecosistema. Urrutia dio a conocer a través de su cuenta de Twitter, que este miércoles siguieron los intentos de ocupación ilegal de ese parque. En un vídeo publicado por ella se puede observar como varios hombres intentan prenderle fuego a los árboles.
"No lo vamos a permitir. #EntrenubesEsDeTodos, es el pulmón del suroriente, es un espacio verde para cientos de miles de personas", sostuvo.
La funcionaria recalcó que ni con las nueve capturas realizadas el martes, ni con el esfuerzo por dialogar, concertar y recuperar, cesa la actuación criminal de los tierreros.
El polígono donde se están presentando las afectaciones mide 31 hectáreas, de las cuales cerca de 18 hectáreas han sido seriamente afectadas por las actividades de construcción y ocupación ilegal. “La pérdida de cobertura vegetal corresponde a bosque altoandino, por lo que su impacto negativo es aún mayor y su recuperación completa puede tardar décadas”, indicó Urrutia.
Cerca de 300 ocupaciones fueron identificadas y 70 hogares ya fueron caracterizados y están en proceso para acceder a ayudas humanitarias. Vecinos de los barrios cercanos denunciaron el ingreso de más de 400 personas, que llegaron en varios buses y bajaron con polisombras, palos, machetes, picas y palas, y comenzaron a apoderarse de este ecosistema. Asimismo, las autoridades recibieron quejas por la presencia de camiones con materiales como tejas, listones y otros elementos que fueron bajando y llevando al sector de la Esmeralda, área de la reserva.
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