“Proteger la calidad del agua, reducir la contaminación de los océanos y acabar con la sobreexplotación del medio marino”. Ese es el objetivo del gran pacto que acabaron de firmar alrededor de 90 países, auspiciados por Francia, en la Cumbre de Cambio Climático de París. (Vea "Los riesgos para la economía mundial son gigantescos")
“Hemos corregido el olvido de este espacio que representa el 70 % de la superficie terrestre, absorbe el 30 % de los gases contaminantes, y es el soporte de múltiples actividades económicas y un elemento fundamental para producir energías renovables", dijo a la Agencia EFE Ségolène Royal, ministra francesa de Ecología.
El acuerdo, en el que participan más de 300 actores, entre los que se encuentran 87 países, también cuenta con la colaboración del Banco Mundial. Este organismo, entre otras donaciones, aportará US$500 millones a India para proteger sus aguas profundas, US$3.100 millones a un programa de 10 años para proteger la cuenca del río Niger y US$150 millones a Marruecos para mejorar sus técnicas de riego.
A pesar de que el agua tiene una relación del 90% en las catástrofes naturales, como sequías, inundaciones, destrucción de coral y de la biodiversidad marina y vertidos de metales, siempre, como dijo Royal, ha sido una de las grandes ausentes en la agenda de las cumbres climáticas. Además, el 80 % de las contribuciones nacionales en la lucha contra el calentamiento global aportadas por 183 países están vinculadas con ella.
En parte, por este motivo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEC) anunció que en 2016 empezará un estudio específico sobre los océanos. “Si no actuamos pronto en 2080 entre el 43% y el 50% de la población no dispondrá de agua potable", dijo la Ministra, al tiempo que recordó algunos de los conflictos que genera este recurso: afecta a la agricultura, produce inseguridad alimentaria y provoca graves desplazamientos de las poblaciones.
Como mecanismo para proteger el agua, Francia también pedirá a la Organización Marítima Internacional (OMI) que supervise la reducción de los gases de efecto invernadero en el sector marítimo y que proteja 55.000 hectáreas de sus manglares.
Los países con vastas extensiones de costa son algunos de los más perjudicados por estos inconvenientes relacionados con el agua. Por esta razón doce de ellos se agruparon en lo que llamaron la Coalición del Delta. En ella, como gran protagonista, está Colombia que es, sin duda, una de las naciones más afectadas.
“En nuestras zonas costeras vive alguna de la población más vulnerable, como los pescadores. Además, hay una biodiversidad muy alta y estos centros son puntos turísticos vitales para la economía”, dijo en París Gabriel Vallejo, ministro de Ambiente.
Para responder a ese desafío el sector privado también presentó una alianza de 40 empresas, pues como explicó la presidente de Carbon Disclosure, Cate Lamb, “el 67 % de las mayores compañías del mundo ha reconocido estar expuesta a riesgos económicos relativos al agua”.
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