El deshielo Ártico próximo a un punto de no retorno

La situación del Ártico "podría llegar a un punto de no retorno" si no se sientan las bases para paliar el efecto que el cambio climático está ejerciendo sobre este ecosistema, vital para el mantenimiento de la vida en el planeta.
Así lo han expresado los expertos de varios países que han participado en el simposio “El Ártico: oportunidades y riesgos derivados del cambio climático”, organizado en Madrid por la Fundación Ramón Areces.

Reto irrenunciable
En la presentación de la jornada, el presidente del Consejo Científico de la Fundación, Federico Mayor Zaragoza, ha explicado que abordar el problema del cambio climático “es uno de los retos potencialmente irreversibles a escala mundial”.
Se ha referido a la próxima Cumbre del Clima de París (COP21) y, aunque ha asegurado que “no tenemos que esperar grandes resultados de estas reuniones”, sí servirá para hacer “las propuestas necesarias que intenten paliar o evitar este fenómeno”.
La contracción de la capa de hielo marino, la pérdida de volumen de los glaciares con el consiguiente aumento del nivel del mar o la degradación de la capa de permafrost son algunos de los efectos visibles del calentamiento global, han destacado los expertos.

El hielo marino se contrae
Julienne Stroeve, del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos, ha explicado que la tasa de pérdida de hielo marino roza los 20.000 kilómetros cuadrados al año, con afecciones sobre numerosas especies y sobre la población “que vive conectada a ese ecosistema”.
“El hielo marino es fundamental para mantener fresco el planeta, aunque no está claro que el calentamiento del Ártico pueda influir en el cambio del clima en latitudes más bajas”, ha matizado.
Se ha referido a las implicaciones de la contracción del hielo marino sobre la apertura de rutas comerciales, que permitirán aprovechar las reservas de petróleo y gas aún sin extraer en el Ártico.

Aumenta el nivel del mar
Francisco Navarro, profesor de Matemática Aplicada de la Universidad Politécnica de Madrid, ha pronosticado un aumento del nivel del mar de ocho centímetros en el año 2100 debido a la contracción de los glaciares de entre un 25 y un 48 por ciento.
Y en el caso del permafrost (capa de suelo congelada de forma permanente) se prevé una pérdida del 50 por ciento para 2100, con la consiguiente subida de la temperatura de entre 0,1 y 0,3 grados.

Pérdida de permafrost
Gonçalo Vieira, profesor de la Universidad de Lisboa, ha explicado que el interés del permafrost está asociado al carbono, ya que el suelo congelado es “un reservorio muy importante” de este gas.
“La cantidad de carbono en la capa superficial del suelo es el doble que la existente en la atmósfera, y para el año 2100 todos los modelos muestran una transferencia de una hacia la otra”, ha asegurado.
Todos los ponentes han coincidido en la necesidad de salvaguardar el Ártico con ambiciosas propuestas políticas a escala mundial que cuenten con el apoyo de la comunidad científica.
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