La frecuencia de los desastres relacionados con el clima está aumentando sin ninguna duda y en los últimos veinte años se han cobrado un promedio anual de 30.000 vidas y causado más de 4.000 millones de heridos o damnificados, según un informe publicado hoy por un organismo especializado de la ONU.
Los desastres atribuidos cada año a fenómenos climáticos han sido 335 en promedio, lo que representa un 14 por ciento más que en el decenio anterior y el doble que en el periodo 1985-1995.
Estas informaciones se apoyan en las estadísticas del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED), una entidad científica que recolecta y analiza esa información a escala mundial.
Margaret Wahlstrom*: “Los países más pobres son los más afectados por el impacto económico de los desastres, tanto en relación al tamaño de sus economías como de sus poblaciones” (*responsable de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Desastres),
Las evidencias permiten anticipar que los desastres vinculados al clima “aumentarán con el tiempo”, comentó la experta al presentar el informe como antesala de la cumbre mundial sobre el cambio climático (Cop 21) que empezará dentro de una semana en París.
El organismo de la ONU considera que esa cumbre -centrada en conseguir compromisos de los países para una reducción de las emisiones de carbono- puede ser crucial a largo plazo para reducir los daños y pérdidas humanas causadas por los desastres, cuya intensidad y efectos aumentan con el calentamiento del planeta.
Según el estudio presentado hoy, el 90 por ciento de desastres naturales están relacionados con el clima, mientras que el 10 por ciento restante son de origen geofísico (terremotos, erupciones volcánicas y deslizamientos de tierra).
Del primer grupo, los más mortíferos y de efectos más graves son las inundaciones y las sequías, causantes del 80 por ciento de víctimas y que son predominantes tanto en regiones de países ricos como pobres.
Parte de las víctimas de los desastres sufren su impacto por más de un año y son contabilizadas más de una vez como damnificadas ya que las estadísticas se actualizan anualmente, explicó por su parte la experta del CRED, Debarati Guha-Sapir.
Wahlstrom explicó que en la cumbre de París está en juego, entre otras cosas de primera importancia, la futura productividad de la agricultura, ya que a medida que los desastres climáticos aumentan se pierden más y más temporadas de cosecha.
Muchas veces esto no ocurre inmediatamente después del desastre, sino dos a tres meses después, mientras que la incapacidad cada vez mayor de pronosticar las lluvias -a causa de los desarreglos causados por el cambio climático- se está convirtiendo en otro gran problema para los agricultores.
Por otra parte, el informe de la ONU asegura que las pérdidas económicas causadas por los desastres relacionados con el clima son mucho más elevados que los 1,8 billones de dólares reportados en los últimos veinte años, ya que sólo el 35 por ciento de reportes sobre desastres contienen información sobre su coste financiero.
Lo que sí se sabe es que ese tipo de catástrofes representan el 70 por ciento de todas las pérdidas económicas causadas por los desastres en general y que la gran mayoría son reportadas por países ricos.
“La economía informal expandida en muchos países en desarrollo no reporta pérdidas económicas” en casos de desastres, lo que explica que sólo entre el 20 y el 25 por ciento de pérdidas reportadas provengan de países en desarrollo.
En los países de ingresos altos, el desastre climático que más estragos ha causado en los últimos quince años son las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, y representan un 41 por ciento de todos los desastres reportados en dicho periodo.
Por regiones, Asia ha sido el país más afectado por catástrofes, con 332.000 muertos, aunque más de una tercera parte de ellos fue consecuencia de un fenómeno único: el ciclón Narguís que golpeó Birmania en 2008.
En cifras absolutas, los países con el mayor número de desastres son Estados Unidos, China e India, el primero con huracanes y los dos últimos con inundaciones.
Guha-Sapir recordó que las inundaciones y las sequías se han convertido en los factores de migración forzada y levantamientos civiles.
Frente a este detallado diagnóstico, Wahlstrom dijo que las negociaciones en la cumbre de París deben aportar como resultado “soluciones prácticas y eficaces” a los problemas que está generando el cambio climático.
Agregó que un acuerdo será esencial para obtener fondos que permitan implementar planes de adaptación y mitigación de desastres.
0 comentarios:
Publicar un comentario