Julia Montejo cuenta el asesinato de 32 balleneros vascos en Islandia


Han tenido que transcurrir cuatro siglos para que las autoridades islandesas derogasen una ley, vigente desde 1615 hasta el pasado 22 de abril, que permitía matar vascos. En el siglo XVII se produjo la mayor masacre de la historia de Islandia cuando los vecinos de los fiordos occidentales le liaron a hachazos y pedradas contra los balleneros vascos que andaban por la zona. Acabaron con 32 y la explicación para darles muerte no era otra que una cuestión de supervivencia. Si los vascos se quedaban a pasar el invierno en Islandia no había comida para todos.
Julia Montejo, guionista y profesora universitaria, no tenía ni idea de que la salida de su libro Lo que tengo que contarte (Lumen), basado  en ese suceso histórico coincidiese con la derogación de esa ley. Hace diez años esta escritora leyó en un libro del historiador y antropólogo vasco José Antonio Azpiazu un párrafo en el que se hacía referencia al aparejo de pesca que utilizaban los balleneros en Islandia. Y a los sucesos que se desarrollaron cuando un grupo de ellos quedó atrapado en los fiordos en el siglo XVII y el posterior abordaje a un barco británico para poder volver a tierra. La tripulación hizo un pacto de silencio. Montejo se sintió intrigada por la historia y durante dos años ha estado documentándose y armando su novela.
Los personajes viajan en el tiempo para contar al lector varias hazañas: una la de las personas que viven en el siglo XXI y otra la hazaña que tuvieron que sortear los pescadores para después de terminada la campaña de pesca poder volver a sus tierras de origen, Guipúzcoa y San Juan de Luz. Entre la tripulación viaja una mujer, vestida de hombre, a la que le asignan las tareas de grumete. Ella escapa de su pueblo con el único afán de lograr la libertad y una vida de aventura.
La tragedia se cierne sobre el grupo de balleneros cuando el gobernador de Islandia Ari Magnússon, ordena la matanza de los vascos sin juzgarlos. "No era por lo que habían hecho, sino por lo que podrían hacer. En realidad, era una simple cuestión de estretagia. Al gobernador le interesaba estar bajo el mandato del rey de Dinamarca, que había autorizado expresamente el uso de la violencia frente a quienes pusieran en peligro su monopolio mercantil", señala Montejo.
La escritora, que durante diez años ha trabajo como guionista y directora de cine -en Los Ángeles escribió y dirigió la película No Turning Back (Sin retorno), con la que logró varios premios internacionales-, explica que el escribir guiones le ha ayudado para escribir una novela. "Sé que lo que tienes que hacer es entretener y enganchar al lector con un texto bien armado. No me cuesta nada volver a escribir y tirar aquello que no sea interesante. A la hora de elaborar un guión lo haces tantas veces que no te resulta extraño". Con respecto a la calidad de las nuevas series televisivas ella explica que "la televisión ha sido capaz de ser más atrevida y arriesgada. Mientras en estas series el guionista es el rey en las películas, con mayor coste presupuestario, el director es el que ostenta la corona.
Compartir en Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario