Cerca de 20 toneladas de jeringas, guantes, batas sucias y demás residuos hospitalarios que fueron arrojados ilegalmente en un predio de Mosquera (Cundinamarca) serán trasladadas hoy a Sibaté.
Según informó el secretario de Ambiente del municipio, José Agustín Zamudio, ya se coordinó la recolección de estos desechos con el señor Juan Manuel Laguna, encargado de la empresa Incineratex, que sería la responsable de dichos elementos.
Los residuos terminaron en un lote de la zona industrial de la vereda Balsillas, cerca del casco urbano de Mosquera, cuando el pasado miércoles fueron trasladados irregularmente de una bodega donde los habían depositado.
“Yo hice un contrato con el dueño de una bodega para dejar los desechos allí. No sé si les dio el afán, pero los sacaron y los dejaron botados a cielo abierto”, argumentó en su defensa Laguna, de Incineratex.
Sin embargo, el secretario de Ambiente del municipio aseguró que esta empresa había sido sellada porque no tenía permiso para realizar quema de residuos y que “sorpresivamente los sacaron y los depositaron en esta bodega”.
Según informó Zamudio, “la bodega era de una empresa de incineración que no cumplía los requisitos para la quema de los desechos”.
Por esa razón, las autoridades municipales acordonaron la zona y comenzaron a realizar fumigaciones en las empresas aledañas a la bodega, al igual que revisiones médicas a los trabajadores del sector, como prevención.
Además, se inició la investigación de los presuntos responsables. Por su parte, la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca comenzó un proceso sancionatorio contra la empresa Incineratex y puso el caso en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación y de la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales.
“La compañía realizó el traslado de los residuos sin el debido manejo que se debe realizar. Además, fueron depositados al aire libre, y con el deterioro y la descomposición que sufren estos desechos se afectan la salud y el medioambiente”, explicó Jorge Martínez, director regional de la CAR.
El funcionario explicó que las cerca de veinte toneladas se trasladarán a una empresa ubicada en Sibaté y que allí se realizará la incineración de este material.
Por su parte, José Agustín Zamudio, secretario municipal de Ambiente, señaló que aún no se conoce de dónde provienen estos desechos. “La empresa funciona como una incineradora, pero no se conoce de quién son los residuos, pues los hospitales deben depositarlos en bolsas rotuladas”, sostuvo.
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